¿QUÉ ES LA INFUSIÓN DE VITAMINA C?

La Vitamina C protege, activa, estabiliza y regenera.

Acelera la descomposición de la histamina, protege las paredes celulares del daño, promueve la absorción y utilización del hierro y acelera la cicatrización de heridas.

Un aporte suficiente de Vitamina C es un requisito previo para muchos procesos metabólicos.

La Vitamina C interviene, entre otras cosas, en los procesos metabólicos de los sistemas hormonal y nervioso y en la regulación del metabolismo de las grasas.

Se utiliza para formar y mantener la función de los huesos y el tejido conectivo.

La Vitamina también activa y estabiliza las propias defensas del organismo.

 En el caso de enfermedades inflamatorias y después de lesiones graves, la necesidad de Vitamina C puede aumentar.

Los fumadores, los pacientes con cáncer o las personas con enfermedades crónicas que suelen estar expuestas a situaciones de estrés físico o psicológico también necesitan más Vitamina C.

Las personas con una capacidad de absorción intestinal reducida también pueden beneficiarse de una infusión con altas dosis de Vitamina C.

La vitamina C promueve el equilibrio interior, una psique estable, un sueño reparador y huesos sanos.

La Vitamina C en dosis altas se administra directamente a través del torrente sanguíneo. De esta manera se compensan las deficiencias de Vitamina C causadas por enfermedades, si esta deficiencia no puede compensarse mediante la ingesta de alimentos o suplementos dietéticos.